El caso Bankia ha sido un escándalo financiero a nivel nacional, una verdadera vergüenza de “uno de los grandes bancos nacionales”, ocultar la verdadera situación contable de la institución le ha salido bastante costoso, teniendo que afrontar demandas de carácter individual de sus accionistas, y además una reclamación penal a nivel institucional. Han pasado casi 4 años y aún existen inversionistas con deseos de interponer su reclamación acciones Bankia.
Bankia es una institución bancaria fundada en el 2010 como una fusión de diferentes cajas de ahorro y préstamo de la comunidad española, de esa manera nace el BFA Banco Financiero y de Ahorro. En el 2012, nace una filial de esta entidad llamada Bankia S.A, encargándose de la gestión de los clientes minoristas.
Es entonces cuando salen a la venta las acciones de la entidad con una fuerte campaña en los medios de comunicación promocionándose como una entidad bancaria líder del mercado nacional en los próximos años. Su directiva incluso defendía este hecho alegando que la salida a la bolsa le daría más garantía de solvencia.
Lo que realmente pasó
Cuando Bankia decide salir al mercado de la bolsa, su situación financiera era un caos, sobre todo por las hipotecas y participaciones preferentes, activos considerados tóxicos por su falta de transparencia y claridad. Estos estados financieros se “maquillaron” con la finalidad de obtener ganancias en el mercado de valores, incentivando a los clientes minoristas a invertir en sus acciones con un mínimo de 1000 €.
Al final se reveló la realidad de la Oferta Pública de Suscripción de Acciones (OPS), y la entidad afrontó demandas de nulidad de la compra. Si es uno de los afectados por esta estafa, aún está a tiempo de recuperar su dinero, tiene plazo hasta el 25 de mayo del 2016 para contratar un abogado e interponer la demanda para recuperar la cuantía con los intereses legales correspondientes.